¡Muy buenas! Hoy me he apresurado a hacer la crónica semanal de la etapa porque no quería que se me olvidara ningún detalle pues, pese a tratarse a priori de una etapa sin complicaciones, la verdad es que ha tenido un poco de todo.
Se puso en marcha a eso de las 8:20 a.m. un grupo formado por: Juli, José Azuaga, Manolo, Paco González, Koko, Ale, José Portillo (que nos tropezamos con él por Carranque ¡de casualidad!) y un servidor, rumbo a Nerja; es decir, 110 km de llanos y más llanos. Pero lo cierto es que no se hicieron monótonos, que va, de eso ya se encargaron unos pocos con los demarrajes, otros con los pinchazos y, a la vuelta, salieron a escena las temidas pájaras de al menos dos de los nuestros más alguno más de los invitados. Pero el gran sobresalto nos lo llevamos cerca de Torrox donde, un pequeño despiste hizo que nuestro veterano Julián hiciera el afilador y diese con sus huesos en el suelo. Afortunadamente todo quedó en un susto y pudo continuar con el grupo.
El viento en contra, los cambios de ritmo constantes y los consiguientes cortes en el grupo, pudieron ser esta vez las causas, pero otras veces serán otras las circunstancias y por eso no podemos perder de vista nunca donde vamos montados, su fragilidad y lo fácil que es vernos en una caída. ¡Precaución a todos siempre! ¿Eh chicos?
Bueno, como no quería finalizar con un sermón, lo hago recordandoos que este domingo la etapa nos llevará hasta Pastelero y que después nos vemos todos con nuestras parejas en el Restaurante la Montaña para felicitarnos las fiestas.
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!
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